La Academia Piedralberche es una institución de élite en el mundo mágico, donde solo los más talentosos y dedicados tienen el privilegio de estudiar.
Todos sus estudiantes han completado ya sus estudios superiores en magia y han ingresado en programas de posgrado para perfeccionar sus habilidades y conocimientos. Aquí, el futuro de la hechimancia se sumerge en un ambiente de aprendizaje intensivo, donde la excelencia es la norma y la magia es una disciplina que se lleva al más alto nivel.
La historia de la prestigiosa Academia Piedralberche es fascinante y tiene sus raíces en la realeza. Todo comenzó con un grupo de aprendices que se reunieron en torno a la figura de Beatriz de Suabia, quien trajo consigo la magia hermética alemana y la fusionó con las tradiciones mágicas de la Península Ibérica, incluyendo la keltíbera, judía, árabe e hispánica. Beatriz educó a su hijo, el futuro Alfonso X, en este ambiente académico y colaborativo, transmitiéndole su afán de conocimiento y su deseo de integrar distintas fuentes de conocimiento en un crisol común.
Tras la muerte de Beatriz, su hija Berenguela se convirtió en la principal aprendiz y heredera de sus grimorios. Durante varios años, Berenguela compaginó sus deberes como aristócrata con la enseñanza a sus estudiantes, hasta que finalmente se retiró de la vida pública, aparentando internarse en un convento.
Sin embargo, en realidad fundó la Academia Piedralberche, en un lugar en el que previamente se desconocía que existiera una confluencia mágica, siguiendo los principios que había aprendido de su madre. La Academia se estableció con el objetivo de educar a los mejores hechimantes de la Península, aceptando sólo a la élite de la alta sociedad de la época..
A lo largo de las primeras décadas de su existencia, las Cofradías de la Academia Piedralberche fueron fundadas por hechimantes ilustres, quienes aportaron su enfoque único a la práctica de la magia a los alumnos. La Academia y sus estudiantes han sido testigos y han participado activamente en los acontecimientos históricos de la Península, asegurando la integridad de Piedralberche y la preservación del conocimiento que se guarda entre sus muros, uno de los principales objetivos de la institución desde sus inicios.
La Academia también ha enfrentado desafíos que han marcado su historia. Durante la invasión francesa en el siglo XIX, un grupo del Movimiento Arborista, compuesto por innatos de antiguos linajes desplazados por la Revolución Francesa, asaltó la Academia después de que la localización de la misma fuera revelada por un hechimante cercano a la corte de Fernando VII "El Infame", llamado Cristóbal Bencomo y Rodríguez. Aunque la Academia repelió valientemente este asalto, sufrió graves consecuencias y desapareció de la vista pública durante casi un siglo, sin aceptar nuevos alumnos, salvo a algunos privilegiados. Tampoco ofreció noticias sobre su paradero, prefiriendo ser una institución itinerante.
A pesar de los conflictos, la Academia Piedralberche ha prevalecido a lo largo de la historia, manteniendo su compromiso con la excelencia y la educación en cuestiones mágicas avanzadas. Su legado perdura, y sigue siendo reconocida como una de las instituciones educativas más prestigiosas del mundo mágico, formando a generaciones de hechimantes talentosos y dedicados.
El retorno de la Academia Piedralberche a la escena pública en los años 90 marcó un hito en la historia de la institución. La nueva localización, cuidadosamente seleccionada por sus líderes, se encontraba en un enclave apartado, rodeado de bosques ancestrales y protegido por antiguos hechizos de ocultación. A pesar de los esfuerzos por mantener la discreción, la noticia se extendió rápidamente entre los círculos mágicos, generando un gran revuelo.
La Academia abrió sus puertas de forma privada a estudiantes de la alta sociedad mágica, y solo aquellos que pasaran por un riguroso proceso de selección eran admitidos como alumnos. Estos nuevos estudiantes, conocidos como Legados, eran descendientes de las familias que habían sido invitadas de forma exclusiva durante la refundación de Piedralberche. Esto creó un nuevo grupo social dentro de la Academia, con sus propias dinámicas y jerarquías, lo que generó cierta controversia y tensiones entre los Legados y los demás alumnos, incluyendo a los Innatos que habían sido aceptados durante la reapertura.
La situación se complicó aún más con el clima político alrededor del hexismo, una corriente de pensamiento que defiende la supremacía de los innatos y que ha ganado fuerza en los últimos años. Esta ideología polarizó aún más a la comunidad estudiantil, y los debates y tensiones internas se convirtieron en una parte integral de la vida en Piedralberche. La lucha por el poder y la influencia en la academia ha estado en constante ebullición desde entonces, creando un trasfondo conflictivo
La Academia, comprometida con la diversidad y la inclusión, se vio obligada a reservar plazas para alumnos despertados como parte de una Beca de Integración, con el objetivo de promover la coexistencia pacífica y el entendimiento entre los diferentes linajes mágicos.
Los estudiantes becados, en su mayoría provenientes de familias aristocráticas o acaudaladas en el mundo mundano, se encontraron de repente en una posición inesperada. A pesar de su origen privilegiado, se vieron en la base de la pirámide social dentro de la Academia. Esto generó una presencia polarizante, ya que algunos de ellos luchaban por adaptarse a su nueva realidad y encontrar su lugar en la comunidad académica, mientras que otros se aferraban a su posición de poder en el mundo mundano y desafiaban las normas establecidas.
La convivencia entre los diferentes grupos de estudiantes en Piedralberche se ha vuelto compleja, con tensiones, rivalidades y conflictos en aumento. Los profesores y líderes de la Academia trabajan arduamente para promover el diálogo, la comprensión y la tolerancia, pero el camino hacia la verdadera integración no es fácil. Sin embargo, algunos estudiantes, tanto Legados como becados, se han dado cuenta de la importancia de superar las diferencias y unirse en busca del conocimiento y la sabiduría que la Academia tenía para ofrecer.
A lo largo de los años, la Academia Piedralberche continuó enfrentando desafíos y cambios en su dinámica social, pero su compromiso con la educación mágica de excelencia y la preservación del conocimiento perdura. A pesar de los altibajos, la Academia sigue siendo reconocida como la institución más prestigiosa de la Península Ibérica, formando a algunos de los hechimantes más destacados del mundo mágico.
El cónflux de Piedralberche es conocido en toda la región peninsular por albergar la prestigiosa Academia de Hechimancia de Piedralberche. Esta academia es considerada uno de los centros de enseñanza de hechicería más importantes y reconocidos, atrayendo a estudiantes y personal de todas partes de la región. La influencia de la academia en la comunidad circundante es innegable, con la mayoría de los habitantes de la zona teniendo alguna conexión con la academia, ya sea como estudiantes, profesores, personal de apoyo o simplemente como miembros de la comunidad que se benefician de la presencia de la institución.
La reciente expulsión de Beatriz Bonfarelli del claustro por práctica ilegal de Artes Censuradas, una medida que ni siquiera la influencia de la Rectora ha podido evitar, resuena en los pasillos de la academia, y las palabras de venganza de la despechada profesora de Magia Rúnica aún flotan en el ambiente de los pasillos.
Mientras la Guerra Ajena ruge al otro lado de sus muros, en la Academia Piedralberche, los estudiantes avanzados tienen la oportunidad de sumergirse en temas como la magia de los elementos, la creación de hechizos avanzados, la magia rúnica, la transmutación y la invocación de espíritus elementales. Estos seminarios y clases, impartidos por algunos de los mejores hechimantes del mundo, les brindan a los estudiantes la oportunidad de desarrollar sus habilidades mágicas a un nivel superior.
La seguridad de la Academia Piedralberche está en manos de tribus keltíberas que han forjado una alianza defensiva para proteger la zona de los Ajenos. Sin embargo, la presencia de los keltíberos no puede darse por segura, debido a la Maldición de Durato. A medida que los Ajenos acechan cada vez más cerca de la Academia, las sospechas de un inminente ataque crecen, y la Orden de Guardianes ha asignado a dos de sus miembros permanentemente al campus. Por suerte, las defensas mágicas de la institución se mantienen firmes, extrayendo energía de la poderosa confluencia de Piedralberche, y listas para repeler cualquier amenaza.