La Orden de Guardianes, una de las instituciones más ilustres de la comunidad mágica, se alza como un pilar fundamental en la preservación y protección de nuestra magia. Su importancia se manifiesta en varias facetas esenciales:
Su papel es fundamental en garantizar que nuestra magia siga siendo segura y respetuosa con las tradiciones que han sostenido a nuestra comunidad mágica durante siglos. La preservación de estas tradiciones es esencial para mantener el equilibrio mágico y garantizar que nuestra magia nunca se desvíe hacia caminos oscuros y prohibidos.
La importancia de la Orden de Guardianes se extiende aún más, ya que son los custodios de las tradiciones mágicas que han sostenido a nuestra comunidad durante generaciones. Su conocimiento profundo y su compromiso con el cumplimiento de estas tradiciones son fundamentales para mantener el equilibrio mágico y garantizar que nuestra magia siga siendo segura y respetuosa con el pasado que la define. La preservación de estas tradiciones es esencial para el futuro de nuestra magia.
En la actualidad, los Guardianes continúan siendo los valientes defensores de nuestros Cónfluxes. Su dedicación y compromiso inquebrantable son lo que nos permite seguir utilizando la magia en un mundo en constante cambio. Estos guardianes de la magia son más que simplemente protectores; son la línea que separa la civilización mágica de la anarquía. Cuando una amenaza se cierne sobre nuestros Cónfluxes, los Guardianes no dudan en enfrentarse a ella, sin importar cuán temible pueda ser. Cada Guardián jura su vida a esta noble causa, convirtiéndose en faros de esperanza en cualquier momento de crisis.
La Orden de Guardianes, a lo largo de la historia, ha defendido inquebrantablemente los Cónfluxes, esenciales para el flujo de la magia en nuestra sociedad. Sus miembros, con valentía y dedicación, han enfrentado amenazas mágicas y físicas para garantizar que nuestra magia siga siendo accesible y segura. Sin su compromiso inquebrantable, la magia tal como la conocemos podría estar en peligro constante.
Dentro de la Orden de Guardianes, se encuentra un consejo supremo de siete miembros conocidos como los Reguladores. Estos Reguladores son una élite de hechimantes que ocupan un lugar único en la jerarquía mágica europea. No responden ante ninguno de los confluxes y actúan como los arquitectos de la magia en nuestro continente. Cada uno de ellos tiene un voto igualitario en la toma de decisiones, independientemente de su procedencia o afiliación. Su objetivo principal es mantener el equilibrio y garantizar que la magia continúe fluyendo en Europa sin obstáculos.
La Guerra Ajena, uno de los capítulos más oscuros de la historia mágica, pone a prueba la determinación de los Reguladores y su compromiso con la preservación de la sociedad hechimante y sus Tradiciones. Durante este conflicto, se han visto obligados a tomar decisiones difíciles y a enfrentarse a amenazas inimaginables. Si bien su papel exacto en la guerra sigue siendo un misterio, se sabe que desempeñan un papel vital en la defensa de nuestros cónfluxes y en la contención de artefactos mágicos extremadamente peligrosos.
La Guerra Ajena deja una marca indeleble en la historia mágica europea, y los Reguladores están en el centro de esta tormenta. han sido llamados a tomar decisiones cruciales para proteger nuestros cónfluxes y mantener el flujo de la magia en un momento de caos.
Sin embargo, detrás de esa noble fachada, la Orden también carga con una responsabilidad sombría: custodiar prisiones ocultas, como el misterioso Castillo de Loarre. ¿Por qué? Porque algunas magias son demasiado peligrosas, algunos hechimantes demasiado despiadados y algunas criaturas demasiado aterradoras para ser liberadas. La Orden asume esta carga sombría para evitar que el caos se apodere de nuestro mundo. Se sumergen en los secretos más oscuros y mantienen su firme resolución de mantener el equilibrio mágico, a menudo haciendo sacrificios personales para asegurarlo.
La sombra de la Orden de Guardianes se alarga aún más cuando nos adentramos en su papel como custodios de lo prohibido. Su deber de mantener bajo control a los hechimantes y criaturas más peligrosas ha llevado a la creación de prisiones secretas que ocultan amenazas mágicas inimaginables. Esta responsabilidad sombría es un recordatorio constante de la delgada línea entre la magia beneficiosa y la oscuridad prohibida.
La Orden de Guardianes es un recordatorio de que en la sociedad hechimante, la luz y la oscuridad a menudo están entrelazadas. Son nuestros protectores, defendiendo el legado de nuestros antepasados y las promesas de nuestro futuro. Pero también son nuestros carceleros, manteniendo bajo llave los peligros insondables que amenazan con desencadenar el caos. Esta dualidad los hace una fuerza poderosa y enigmática en nuestro mundo, y sus decisiones no siempre son claras ni fáciles de comprender.