Desde la Primera Hechimante, que desveló el poder de la magia, existe una tensión en la naturaleza que afecta a quienes poseen el don arcano. Esta disonancia, imperceptible para los sentidos comunes, plantea interrogantes. ¿Puede ser la causa de esta ansia de control el muy humano miedo a lo desconocido? ¿Resuena este temor en las bestias mágicas desencadenando conflictos y choques entre diversas facciones?
Algo debe cambiar para que el mundo mágico esté en equilibrio. Esta es una verdad que ha sido desterrada de las mentes del colectivo hechimante y se esconde también de la comprensión de incluso las más inteligentes criaturas mágicas.
Hace más de medio siglo, la Sociedad Hechimante comenzó a recibir informes perturbadores de avistamientos de hombres lobo en las cercanías de los principales Cónfluxes europeos. Desde los Cónfluxes mágicos más destacados de Alemania, Francia, España y el Reino Unido, llegaban informes de "sabuesos rabiosos" que eran rápidamente neutralizados y de ataques contra hechimantes solitarios en lugares apartados. El término "Ajenos", que llevaba siglos sin usarse, y ciertos viejos odios, fruto de conflictos olvidados, resurgieron.
Estos incidentes se volvieron cada vez más difíciles de confirmar dada la falta de testigos, incluso en un mundo de adivinación y servicios postales mágicos. Los Cónclaves encargaron a la Orden de los Guardianes la protección de las comunidades rurales y la garantía de la seguridad en los viajes y el comercio entre los Cónfluxes, con niveles de autonomía jamás vistos desde la Edad Oscura.
Con el tiempo, la sociedad hechimante volvió a sentirse segura, mientras que la Orden imponía normas cada más estrictas contra los seres mágicos. La mayoría creía que estos incidentes se calmarían y la paz se restauraría.
El 1 de diciembre de 2019, según el calendario mundano, la Orden de Guardianes emitió un decreto que reconocía oficialmente la guerra de los Ajenos contra la Sociedad Hechimante. Se afirmaba que los licántropos, apoyados por otras criaturas, habían realizado una serie de ataques coordinados.
Los seres mágicos habían iniciado una guerra a gran escala.
Los Ajenos están penetrando en los territorios hechimantes de todo el continente y varios cónfluxes han caído. La comunidad hechimante puede sentir cómo crecen el pánico y la incertidumbre entre su población. Los Ajenos han sido impredecibles en sus ataques y nadie sabe con precisión dónde atacarán a continuación. Recientemente, se ha informado de varios choques entre tribus keltíberas y bandas de Ajenos en la Sierra de Guadarrama. La Orden de Guardianes ha prohibido de forma taxativa cualquier viaje utilizando medios mundanos.